La razón nunca sueña y cuando soñamos nunca tenemos razón. Ayer te vi y aunque obviamente no eras tu sino que era yo. Definitivamente eras tu ya que no podría tener yo la razón. Si me preguntas que estabas haciendo, te dire que me ayudaste a tender la cama, que nos preparábamos para pasar la noche en el cuarto que nos escondería de nosotros mismos. Todo paso un momento, dulce momento que espero nunca mas volver a tener.
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